Deja que fluya...

Deja que fluya...
El amor es lo mas importante del mundo.

El día que al fin se encontraron... III Parte



El día en que se volvieron a encontrar era inesperado, fue la primera luna después de su despedida, la cual, ese día salió desde la tarde como si ya no pudiera esperar más. Dafon tomó la flor de cristal y le permitió recibir los rayos de luna, una brisa rompió el silencio y desde el cielo Anika descendió como un ángel.

Cerca estaba el pueblo en calma, pero al verse se escuchaba el renacer de un corazón, nadie sabia lo que estaba pasando, pero en el aire se percibía algo que no se había sentido jamás. Solo a lo lejos unas campanas replicaban llamando al pueblo pero esa tarde dos almas se unieron, después de muchos años de existir en la tierra al fin tocaban el mismo momento y con aquella expectativa solo sabían que debían estar ahí una cerca de la otra, como si nada mas importara. Habían esperado años, casi siglos pero ambas sabían que debía llegar ese instante, aunque habían sido días.

El beso conjugó todo, tanta espera, tanto amor por dar, solo se dio y en ese momento la tierra se quedó en silencio, no existía nada mas, sentían la misma energía, todo se estremecía, el aroma era mismo que el del hogar, pero como se preguntaban? Se veían a los ojos y sentían que por primera vez fuera la magia la que los llevó ahí pero algo más los unió, el viento corría y atravesaba los arboles con la mas dulce de las canciones, el sol caía en el horizonte y el cielo estaba pintado con los celajes mas perfectos, la tarde estaba fresca y ellos solos, juntos hacían del momento algo perfecto, no imaginado.

Anika dijo: -Solo recuerdo ese instante a partir de ahí fue otra historia mi vida, que me hiciste?? Rompiste las murallas que había implantado durante años, todo se cayó en cuestión unos minutos, será que eres un brujo poderoso y tu magia rompió las cadenas?- y prosiguió -Solo escucho esa música en mi cabeza, tu nombre y tu rostro no se apartan de mi mente, mi alma esta inquieta, cuando no estas conmigo algo le falta, siente tu ausencia, mis ojos se llenan se lagrimas porque mi corazón nunca se sintió así, siempre creyó que era distinto pero sintió otro corazón que era igual a él- y es el tuyo-. Dafon le contestó: -Sentirás lo mismo? Pensarás lo mismo? No lo se… pero solo se que me devolviste una parte del corazón que creía se había perdido en la obscuridad, cuando esta me atrapó; ahora se que está completo, me devolviste una esperanza que había perdido pero que en realidad nunca había tenido. Es la magia de tus manos la que me ha devuelto la fuerza-. Ambos juraron esperarse espero, porque se han esperado toda la vida, son cosas que simplemente se saben, se dijeron, que simplemente se sienten, y ellos, decidieron no darse por vencidos, Anika le dijo: -sé que no te darás por vencido, porque somos una parte extraviada de nuestra alma que se encontró de nuevo-, y el le dijo lo mismo, además le comentó: -sé que venceremos la distancia, venceremos al tiempo, venceremos a la muerte si es necesario, y no nos daremos por vencidos-.

Y entre un fuerte abrazo y sus manos entrelazadas con fuerza dejaron que la tarde diera paso a la noche, poco a poco la luz cambiaba y no se soltaron, sabían que necesitaban mas tiempo, que no se querían apartar uno del otro y que la fuerza que les unía eran sus corazones, hasta que llegó el momento de despedirse, el la miraba con sus ojos profundos y ella no sabia como soltarle. Con un beso suave y tierno esperando que durara la eternidad se despidieron y nuevamente la sensación llegaba a sus corazones, algo hacia falta. Desde que se separaron ya se extrañaban, y anhelaban el momento de volverse a tocar, de volver a sentir esa parte suya que estaba en cada uno.

Continúa…

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